jueves, 8 de diciembre de 2011

Ultimas palabras de Salvador Allende.

Últimas Palabras de Salvador Allende, Santiago de Chile, 11 Septiembre 1973, 9:10 A.M. Radio Magallanes:
Salvador Allende Gossens (Valparaíso, 26 de junio de 1908 – Santiago, 11 de septiembre de 1973) fue un médico y político socialista chileno, presidente de Chile entre el 4 de noviembre de 1970 y el 11 de septiembre de 1973.          
Allende fue un destacado político desde sus estudios universitarios en la Universidad de Chile. Fue sucesivamente diputado, ministro de Salubridad del gobierno de Pedro Aguirre Cerda, y senador desde 1945 hasta 1970, ejerciendo la presidencia de dicha cámara del Congreso entre 1966 y 1969.
El gobierno de Allende, apoyado por la Unidad Popular (un conglomerado de partidos de izquierda), destacó tanto por el intento de establecer un camino no revolucionario hacia un Estado socialista usando medios legales –la "vía chilena al socialismo"–, como por proyectos como la nacionalización del cobre, en medio de la polarización política internacional de la Guerra Fría y de una grave crisis económica y financiera interna. La Cámara de Diputados, de mayoría opositora, aprobó un documento en agosto de 1973 en el que acusaba al gobierno de Allende de incurrir en violaciones permanentes de la constitución. Su gobierno terminó abruptamente mediante un golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973, en que participaron las tres ramas de las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros, tres años antes del fin su mandato constitucional; ese mismo día, luego que el Palacio de La Moneda fuese atacado por aviones y tanques, fue asesinado.
Tras su muerte, sobrevino una dictadura militar encabezado por el general Augusto Pinochet, que duraría 17 años.

"¡Yo no voy a renunciar! Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo"
El discurso, pronunciado en el preciso momento en que el ejercito bombardeaba el Palacio de La Moneda, Salvador Allende, por medio de metáforas y alusiones se dirige al pueblo Chileno con la intención de pedirle que no se olvide del los sacrificios realizados y  que su muerte será una lección moral para los traidores.  
"Amigos míos: Seguramente esta es la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación”.
Salvador Allende comienza su último discurso con una frase de integración e igualdad con los escuchas y resaltando un antecedente (habitus) de lo acontecido en días previos al golpe de estado y asegurando que será la última comunicación con el pueblo debido a que, en el momento de emitir este discurso, se estaba realizando la toma del palacio de La Moneda, lugar donde el Presidente Allende despachaba y donde se atrinchero del ataque del ejército al mando de Augusto Pinochet y donde posteriormente fue asesinado.
“Mis palabras no tienen amargura, sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron... soldados de Chile.”
Los adjetivos que utiliza a lo largo de su mensaje, denotan el sentimiento de un hombre decepcionado, arrepentido de algo, pero con la confianza que da el haber cumplido con la responsabilidad que tenia al ser elegido presidente y amenaza con que sus palabras se convertirán en “castigo” para los “soldados de chile”.
“Comandantes en jefe titulares, el almirante Merino que se ha auto designado, más el señor Mendoza, general rastrero... que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al gobierno, también se ha nominado director general de Carabineros.”
Resalta la traición de los militares, sobre todo de los jefes, describiendo a uno de ellos con la palabra “rastrero”, señala la hipocresía de ellos al mencionar que días antes habían jurado fidelidad y hoy atentan contra la voluntad popular.
“Ante estos hechos, sólo me cabe decirle a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo”.
Salvador allende consiente del momento y la responsabilidad histórica, de la cual es protagonista, y que en ningún momento duda en aceptarla, asumiendo las consecuencias fatales que se sobrevenían.
“Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente.”
Utiliza una metáfora respecto a una “semilla” que fueron los logros que su gobierno pudo implementar en beneficio del pueblo Chileno y que espera que germinen en tiempo futuro con políticas sociales justas y mejores condiciones para el pueblo chileno, “entregada a la conciencia” para que sea el mismo pueblo el que determine el futuro de Chile y sea la misma conciencia la que les recuerde que es posible el beneficio para el pueblo y no se borren a pesar de las adversidades y las acciones para borrarlas.
“Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen... ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.”
Crea una oposición de “ellos tienen la fuerza, pero nosotros construimos la historia y que la sociedad entro en un proceso que no tan fácilmente se detendrá, ya que la historia se crea día a día en la vida del pueblo.
“Trabajadores de mi patria: Quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley y así lo hizo.”
Se denomina “interprete de grandes anhelos de justicia”, hombre justo y respetuoso de las instituciones y la ley, agradecido con quien decidió que llegara a la presidencia de Chile, los trabajadores y los campesinos que son los que sostienen al sistema y los que menos beneficios obtienen.
“En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección. El capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas, esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.”
Hace alusión al imperialismo Estadounidense y al servilismo que tuvieron en ese momento las fuerzas armadas solo por recuperar privilegios que el gobierno de Allende les había suspendido y que fue el pretexto para gestar el golpe militar en su contra pero, a pesar del crítico momento, aprender de lo que esta aconteciendo.
“Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros; a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños.”
Hace un reconocimiento a la mujer del pueblo chileno, pero también es un llamado ya que ella es la formadora de los futuros ciudadanos y que comparte esa responsabilidad con el gobierno de Allende.
“Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas, a los que hace días estuvieron trabajando contra la sedición auspiciada por los Colegios profesionales, colegios de clase para defender también las ventajas que una sociedad capitalista da a unos pocos.”
Refiere que el discurso está dirigido, entre otros sectores, a los profesionales, que fueron víctimas de una sedición, dando un ejemplo de que el capitalismo solo beneficia a unos pocos, apela a la responsabilidad social de los pocos que tuvieron la oportunidad de tener una formación académica.   
“Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron, entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos... porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea férrea, destruyendo los oleoductos y los gasoductos, frente al silencio de los que tenían la obligación de proceder: estaban comprometidos. La historia los juzgará.”
 En estas estrofas rinde un reconocimiento a aquellos sectores de la sociedad que aguantaron las vicisitudes del conflicto y que resistieron junto con él, los embates de los sectores que estaban en desacuerdo con las políticas aplicadas en los tres años que duro el gobierno y advirtiendo que los que tuvieron la oportunidad de realizar acciones para prevenir los atentados y no lo hicieron, tendrán una sanción emitida por la historia.
“Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa, lo seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes.”
Emite la advertencia de que los medios que utiliza para comunicarse serán destruidos pero que su voz se seguirá escuchando y hace la promesa de estar con aquellos que escuchen su voz.
“Por lo menos, mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a la lealtad de los trabajadores. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.”
Denota la petición de no exponer al pueblo sin que el pueblo se humille pero que depende del pueblo conservar la dignidad ante todo y que el recuerdo de Allende será el de un hombre digno y leal a las causas del pueblo chileno
“Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.”
Llama trabajadores a todos los habitantes de Chile, su “patria”, mantiene la esperanza de que las generaciones futuras superaran los momentos de traición, y esta consiente que no le tocara presenciar el momento de ver a Chile liberado y forjando una sociedad justa, libre y solidaria.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
“Éstas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición."
Consciente del destino que le aguarda, reitera la amenaza de que su muerte servirá como lección moral a las acciones que han impulsado el golpe de estado, que llevo a Chile sumirse en una dictadura militar durante 17 años.
La utilización de los recursos lingüísticos, junto con la utilización de metáforas y adjetivos fuertemente señalados y el momento crítico por el cual vivió Salvador Allende, hace destacar que este discurso es único, literalmente fueron sus últimas palabras, después de bombardear el Palacio de La Moneda, el ejercito, responsable directo del golpe de estado, al mando de Augusto Pinochet, escribió un periodo de la historia de Chile donde resalta la represión, los desaparecidos políticos, el derramamiento de sangre de gente inocente y sobre todo, el asesinato de los anhelos y las esperanzas de un país mejor, necesitado y construido por el pueblo chileno, de la mano de su Presidente Salvador Allende.


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